LAN DAK – el intelecto para el espíritu

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1953

Es mi voluntad, como lo comenté en un artículo anterior, publicar todo éste material informativo de acontecimientos espirituales y mensajes físicos; así como aquellas enseñanzas milenarias, algunas muy conocidas y poco comprendidas, porque como siempre, vuelven a caer en manos inescrupulosas que han desvirtuado su verdadero contenido. En ésta oportunidad, se muestran originales, sin agregados o mutaciones, para aquellas personas que ya están en un nivel de comprensión, y son libres en su discernimiento e interpretación.

Para ningún apercibido de señales y cumplimientos anunciados, es extraño el rumbo que ha tomado el mundo en los últimos cinco años. Lo que era una utopía y sin lógica terrestre, se ha hecho realidad. la humanidad en su mayoría, ha tomado el camino equivocado y se inclina hacia su autodestrucción como estaba anunciado. Muchos humanos verdaderos, en lo físico, mental y espiritual, son despiertos espectadores de lo que se ha querido imponer como «legal» y buscan su restauración, otros, los más insensatos o dormidos, lo aceptan sin reparo, creen que estamos evolucionando hacia un mundo mejor (lo llaman nuevo orden mundial o nueva era), pero están los  que son los elegidos por tal o cual «maestro espiritual», líder político o social, que creen que están en el camino correcto, y no se dan cuenta que son mentalidades oníricas y emocionales. La naturaleza y la verdad esencial pasan a un segundo plano,  le abren camino a la tecnología de tuercas y tornillos, ingeniería genética, social, «inteligencia» artificial; las aberraciones sexuales y de género son aprobadas por los políticos que legislan, se conspira contra todo «obstáculo» en su pervertido camino, las leyes dictatoriales las imponen como «un servicio» para el hombre, a lo bueno se le denomina malo y viceversa para estar más a tono con la moda y el nuevo orden de las cosas. La mátrix o burbuja mental donde se encuentran, los hace sentir seguros,  reniegan de Jesús o las enseñanzas mayores porque «no cumplen» sus expectativas (según ellos), mientras los amos del mundo y sus sirvientes con su montaje escénico y cara de santos, gobiernan el pensamiento de los hombres, lo hacen con astucia y maléficas intenciones; en un abrir y cerrar de ojos pueden destruir la reputación de una persona o personas, y de la misma forma elevarlo a la altura de «santos o profetas».

El engaño es tan sutil, que el engañado no se da cuenta de ello, los tontos útiles se encuentran en cualquier esquina, por lo general caen los más ingenuos, aquellos que no investigan, los creyentes en cualquier cosa, siempre predomina la ley maquiavélica del menor esfuerzo y el fin justifica los medios. Los que necesitan de su voluntad y servicio, se erigen como líderes, de cualquier causa, puede ser religiosa, política, social, de servicio, ecológica, salud, prosperidad, y en el más increíble de los casos, prometiendo salvación y gloria, aprovechando el enunciado de las profecías, y su propia astuta dialéctica.

Por estos anteriores detalles, los progenitores mayores, sean los Dioses del pasado, profetas o humanistas con gran sabiduría, justicia y amor, quienes nos señalaron un camino, o como en éste caso con el mensaje de LAN DAK, un camino donde la inteligencia y los conocimientos adquiridos pasan factura por lo recibido, porque mide nuestra capacidad interpretativa y de lógica, sólo las obras dan referencia del Ser. Se puede interpretar o descifrar como su capacidad intelectiva lo permita, NO EXISTE dentro del plan cósmico estelar, pactos o señalamientos de elegidos para «preparar» personas para cumplimiento de profecías. NO EXISTE, para evitar la implantación de ideas sobre nuestro ya manipulado modelo de pensamiento, con el encadenamiento a cualquier concepto, valor o interpretación ajena, que ata y niega la libertad de ser nosotros mismos. De nada sirve cambiar el método de encadenamiento. Trabajo Interior, Humildad, amor y justicia nos abren el camino hacia un mejor conocimiento. 

El templo de LANDAK, en sus dos desplazamientos (así se llama éste documento estelar), fue una experiencia espíritu-dimensional del contactado Enrique Castillo Rincón, con seres de nuestro sistema pleyadino, y que siempre, han estado al servicio del bien y de los humanos, para su adelanto mental y genético espiritual. Su mensaje ha sido «prostituido» por algunas sectas, Hoy está la oportunidad para los que no pertenecen a nada ni nadie, de comprender tan maravilloso legado. Como lo enseña su narrativa, está sucediendo en cualquier lugar, donde Usted lo quiera ubicar, en el presente o quizás en cualquiera de los espacio tiempo dimensionales (somos parte de un multiuniverso), puede entrar en él si así lo desea, o, escudriñar para con su razón encontrar su verdad. No está construido con piedras o ladrillos, tampoco pertenece a determinada congregación o doctrina. Está hecho con los que buscan, investigan, respetan las Leyes de la creación natural, aman sin condicionamientos, y reconocen que están en algún lugar equivocado, porque aborrecen los sistemas que maneja el mundo; lo que ven, viven, observan en su contorno, frustra su espíritu de paz y aprendizaje. Ahora está presente la otra realidad, la oportunidad de crecer espiritualmente y de servicio a la humanidad con información de la realidad física, mental y espiritual que asciende, y el cambio que ya está vivo en cualquiera que así lo decida. No es importante si no logra comprender o interpretar, su comportamiento en el respeto de las leyes de la creación, amor sin condiciones, humildad para aceptar que siempre hay más grandes y también pequeños en comprensión, es la clave, entender que la ignorancia y los miedos son nuestros peores enemigos;  conocer y descubrir sobre muchas cosas, es un PODER que nos da identidad y dignidad. En éste minuto comienza la amplitud de consciencia y el entendimiento se comprueba. El hombre se ubica en el comienzo de la verdadera comprensión y contacto con sus archivos cognitivos, que siempre han estado en su esencia primera en cada una de sus células.

Primer desplazamiento al TEMPLO DE LAN-DAK

El Hombre Primario  

Bogotá, julio 11 de 1974 (hora: 8,14 pm)

Desde las profundidades del tiempo y el espacio, a través de milenios incontables, el hombre en su deambular de nuevos horizontes. Desde la misma línea que se tendió en las etapas delos tiempos; desde los tiempos inconmensurables en que la historia ha vuelto polvo las palabras. Ídolos y hombres. Desde esta línea que se tendió para los habitantes del planeta.

Empiezo a ver cuevas oscuras, criaturas gigantescas, casi-hombres luchando en manadas en contra de ellas. Y veo catástrofes espantosas en que estos medio-hombres fueron sumidos.

Puedo observar esa lucha titánica en la que predomina la chispa de inteligencia de estos seres en contra de las criaturas gigantescas y en contra de los elementos que los barren de los campos; y las tribus se agrupan; vence casi siempre la unión que hacen estos seres con las formas de vivir, en contra de las inclemencias de los enemigos, separados por el tiempo.

¡Y vi pasar el tiempo! Y estas criaturas empiezan  a ver la necesidad de unirse permanentemente para contrarrestar estas fuerzas y neutralizar estos enemigos del ambiente en que se desarrollan. Ciertamente son muchos los factores que se presentan en su contra; pero está previsto que desarrollarán intelecto de manera incipiente para prepararse en contra de  la adversidad que se les presenta terrible e implacable en contra de ellos.

Así pasan los siglos; pasan los siglos y el tiempo y veo luces multicolores y grandes montañas se levantan airosas. Y veo la fuerza titánica e iracunda de los elementos contra el hombre. Pasan los tiempos; caen las sombras de la noche y se levantan nuevas épocas: el hombre permanece. Vence continuamente a través de los años y el tiempo a través de las épocas y triunfa; y se detiene continuamente en la necesidad de permanecer unido para vencer a sus enemigos comunes, pues se presentan implacables en contra de su propia vida.

Caen las sombras de la noche (el tiempo). El hombre fortalece la conciencia, y se levanta el intelecto en medio de aquellas inclemencias: y el hombre es preparado con nuevas armas para vencer. Llega la época y el meridiano de los tiempos.  Ya del hombre solamente es un mal recuerdo por lo que tuvo que atravesar. Y lo veo entrando en los templos, y lo veo siendo grande. Creciendo el hombre se desposa con el saber.

Puedo ver símbolos, jeroglíficos y puedo ver hombres; los veo sentados allí en los Templos, rodeados de hombres que les escuchan.

La Voz del Maestro se eleva sobre todas, no es por el timbre de la voz sino por el contenido de sus palabras. Allí veo sentado irradiando conocimiento tras conocimiento, consejo tras consejo, y veo el movimiento de sus manos y de su cabeza; hay un no sé qué en su mirada.

EL movimiento de su boca ejerce poder sobre todos,  y todos embelesados le escuchan y aprenden. La Voz estentórea del Maestro vuelve a llenar los oídos de los hombres.

Veo grabado en los grandes pilares del conocimiento. Miro en sus paredes y toco con mis manos en sus relieves, en dibujo de acabado perfecto, en tinte y colores maravillosos, en donde se graba la historia, donde se graban para que permanezcan las palabras mayores de gran altura, y para que las generaciones futuras encuentren los tesoros que los hombres en determinada fecha lograrán alcanzar.

No todos los hombres pueden ser poseedores de esta riqueza, no todos los hombres pueden permanecer en ella. Los libros viejos y polvorientos que se esconden y guardan en estos cofres, entre tumbas y cuevas secretas, en templos y sitios especialmente dispuestos allí. Veo al Maestro dirigiendo la operación, allí veo a los Hombres poseedores de estas palabras: “Cerrar y sellar  en forma indeleble sus cofres antes de que venga el mazo a sellar puertas y ventanas y les tire con fuerza afuera”

Época feliz para solamente unos pocos hombres que mantienen la llave en sus manos y hacen partícipes a unos cuantos hombres que podemos señalar.

Pero sigo caminado hermanos ¡en el Templo! Y veo sus grandes pabellones, a la altura de los techos, la construcción de sus ventanas, la forma de sus paredes. Allí en las naves de Oriente  se encuentran cristales de colores maravillosos, el Sol filtra su rayos y causa fenómenos multicolores. Allí en ese sitio permanecen los iniciados.

Veo el salón principal, donde solamente unos cuantos tienen acceso. Allí les veo con sus libros. Allí les veo con la pluma en la mano. Les veo escribiendo, les veo meditando. Allí prenden sus lámparas y sus aceites para permanecer embebidos en  sus pergaminos y sus conocimientos.

Y camino más al fondo, y sigo caminando, y llevo un guía, puedo describirlo plenamente, no es anciano, es un hombre de mediana edad, tiene toga y túnica encarnada, no tiene pelo en su cabeza. Me escruta  y me mira y me insta a seguirle. Y allí al fondo del templo, debajo de un gran mausoleo de granito, levanta la mano y me dice que le siga. Le puedo ver abierto el pecho, mangas hasta el codo. No lleva anillos, tiene las uñas largas, manos finas y limpias. Lo más probable es que nunca haya hecho  trabajos pesados en su vida. Lleva un gran pectoral colgado al pecho, suena metálico. Toca con una gran medalla y suena como un cascabel; y no tiene barba. Su nariz es recta totalmente. El pelo se nota y se ve que ha sido rapado totalmente y pudo ver sus pies limpios, sandalias de piel.

El clima que impera aquí dentro es acogedor. Alcanzo a escuchar al fondo pasos de otras personas y voces que llegan hasta mis oídos. El baja dos escalones y me dice que le siga; hay mucha luz aquí. Me atrevo a bajar tímidamente dos, tres escalones, y me agacho en señal de observación. Termino de bajar hasta el fondo. Doce escalas pequeñas y una grande que señala un gran ojo que estoy pisando en este momento, en el suelo. El ojo está incrustado en el piso. Tiene colores muy vivos, Da la impresión de que me sigue con la mirada.

Y este hombre me insta a seguirle. Con su mano me dice que le siga: Es un pasillo muy corto, tengo que agachar la cabeza. ¡Pero todo está iluminado ¡ camino y camino y las paredes son blancas, blancas y no hay nada grabado. El pasillo es largo, los pasos del que me guía lentos y seguros. Allí hay luz otra vez, ahora más brillante. Allí veo al fondo un pequeño altar. ¡No hay ninguna imagen! Un pequeño disco dorado cuelga del techo de un hilo dorado, desde el pabellón central. Hay muchos arcos que cuelgan. Diría que todo esto es de oro puro…No sé de donde viene la luz.

 

Me detengo a mirarlo y este hombre me mira y también le hago señas, que si me es permitido observarlo: él calla. Sigo entonces adelante, atrás de él. No quiero molestarle… ¡Qué maravilla! El disco no tiene ninguna insignia, es liso totalmente. Solamente una lámpara de aceite está prendida; diría que huele a incienso a mirra. Es una extraña sensación.

Hay un pebetero lindo, tallado, tiene un fino encaje encima, parece seda. Mejor me alejo; me detengo a un ademán de mi guía y se abre un puerta… ¡Allí está sentado! Allí  está sentado. Mi guía  me dice que le espere y él sigue; está sentado frente a una burda mesa, con muchos papeles y libros encima. No hay lámpara pero hay mucha luz… ¡Es joven! Es  joven también, pero a diferencia de mi guía tiene el pelo largo y tiene barba; pero su cara no es como la de mi guía, es bondadosa, amable y sincera. Tiene una vestidura como el color de la nieve, blanca blanca. Tiene sus dos manos encima  de la mesa. El guía viene para acá y me dice que puedo seguirle hasta el fondo.

Me habla, al fin el guía me dice… He ahí ¡Ese  es el señalado de los siglos! ¡Ese es el que ha de venir! ¡Ese es el que vino y ese es el que estará entre nosotros! Me dice  que me detenga y que no puedo llegar hasta él.

Es el señalado de los siglos ¡El gran ojo, El Juez y Asombro de los Tiempos!… Y no me habla. No me habla. Creo que lee mi pensamiento, y pregunto que si es el hombre por quien tanto hemos esperado y no contesta nada. Mi guía coloca las manos sobre mis hombros, y me dice: No pregunte nada, que solo me es permitido verlo y señale a vosotros lo que veo. Aquel hombre sonríe y levanta una mano en ademán bondadoso dice que debo saber esperar. Debo retirarme.

¡La belleza! La belleza de su semblante, voy a tratar de describirla. No es anciano. No es anciano. Tiene que ser poseedor de  una gran sabiduría porque siento que la irradia, y allí está sencillamente maravilloso. Sus ojos profundos y alegres, los pómulos un poco salientes. Está sonriente,  siempre está sonriente. Puedo ver sus dientes impresionantemente blancos y parejos. Bigote y barba de un color. No es negro ni gris; no podría describirla, la tapa el pelo. No puedo ver sus orejas tampoco. La frente es ancha, no tiene arruga ni entrecejo. Por la forma como está sentado, diría que no tiene más de un metro setenta de estatura.

Debo retirarme ya. Mi guía me dice que me retire, yo agacho mi cabeza en señal de aceptación, y me inclino ante el señalado de los siglos y ante el señalado de los tiempos. Ese es su nombre.

Diría que estoy oyendo  música pero no sé de donde  sale. No quiero voltear la espalda para no dejar de verle. Su rostro bondadoso me da fuerza y me siento seguro… allí está pues, toda la sabiduría  y la forma como permanece en lo absoluto, en perfecta armonía.

Ese es El. ¡Allí está el Gran Libro de los tiempos! Me van a permitir verlo. Me hacen señas para que me acerque. Está debajo de un gran sol que vi en la entrada. Allí está el Gran Libro: se lava las manos mi guía y me dice que me acerque; se seca con un paño de lienzo blanco. Abre la primera página, me dice que mire. ¿Sabéis que hay en la primera página?, solamente dos manos abiertas, solas. Así pasa la otra página y me dice ¡Mira! Veo dibujos de aves, de flores, de símbolos, jeroglíficos, pequeñas manos así-así también ¡Que extraños símbolos tiene! Casi todas las hojas son símbolos y señales de oración. Veo dos manos tomadas así. Dos manos de frente, una hacia arriba y también hacia abajo. Otra vez me mira y me mira calladamente y pasa hojas y hojas y no entiendo nada. Nada.

Cierra el libro es grande y grueso, hojas blancas con bordes dorados. Todos los libros que hay son dorados; no hay otro color.

Son dorados en fondo blanco y con un gran sol en la tapa principal y una pirámide pequeña, blanca blanca. No veo letras ni veo nada más.

La pregunta otra vez ¿Qué es lo que hay allí dentro? Y una voz me responde: Estos libros solamente son tocados por los Grandes Maestros. En ellos está la historia del hombre, su procedencia su nacimiento y su muerte en cada reencarnación y vida eterna; y también todos los grandes misterios de la creación. La procedencia del hombre desde los confines en donde fue creado, hasta los confines del más alto conocimiento donde llegará…”Es la historia de nuestra historia”… Es en realidad la historia de nuestro planeta. ¿Y quién la escribió? Pregunto ¡NOSOTROS! ¿Y quiénes son ustedes?…nosotros somos la conciencia de los hombres… Me atrevo a preguntar ¿Por qué? La pregunta queda sin respuesta. No me responde…Se ha terminado tu viaje, se te ha permitido ver pero no preguntar. Asiento con la cabeza   que entiendo, que comprendo perfectamente. Me retiro y mi guía me da una palmada en el hombro y me dice: Mira nuevamente hacia la salida. Me acerco para caminar a su derecha y él me espera, se hace más lento el caminar. Le pregunto ¿En qué sitio estoy? ¿A dónde me habéis traído y por qué?…Os dije antes que no se te es permitido hacer preguntas.

Marcho en silencio nuevamente a su lado, trato de mirar todo lo que pueda para guardarlo en el fondo de mi mente y creo que me es permitido detallar y observar todo lo que veo a mi paso.

 Paso otra puerta más ¡Pero este no es el sitio por donde entré! Me indica que son varias cámaras diferentes en donde siempre permanece gente. Hombres iniciados. Allí están preparándose continuamente. Diría que son cámaras secretas, puesto que no comunican con ninguna puerta. Son como laberintos exquisitamente decorados. En todos hay dos pebeteros en la entrada y sale un humo azul, azul que tenue se pierde rápidamente. Deben tener incienso porque el olor es maravillosamente dulce. Me dicen que no me detenga a ver, y salgo  finalmente… Este es tu sitio ¡siéntate!”

 

Segundo Desplazamiento al TEMPLO DE LAN-DAK

Bogotá, julio 18 de 1974 (Hora: 8:00 p.m.)

 Concéntrate en un punto luminoso. Un punto brillante en el centro de la reunión. Como si estuviéramos viendo un punto pequeño. …¡Concentrémonos! Debes observarlo como si estuviera aquí adentro. Una pequeña luz brillante, en donde todos centremos nuestras mentes. Empezarán a ver, todos a ver mentalmente al dejar limpias sus mentes de imágenes e ideas. Centralicen sus mentes en el punto luminoso. Traten de hacer un esfuerzo y que todos queden listos y cómodos. Ligeramente relajados, limpios de imágenes y de ideas, limpios de pensamiento…

 Escucha y observa detenidamente, porque harás otro viaje maravilloso en el que se impregnará vuestra mente y sentidos con el Aroma Eterno del Saber.

 Hago para vosotros este viaje por el tiempo y el espacio, para que puedan revivir, para que puedan escuchar las palabras que salen para los hombres de todas las edades, y todos los tiempos, y a través de todos aquellos que sean llamados, que han sido designados “mensajeros”. Así pues, vosotros os encontráis en esta situación…Fijaos bien en la pequeña lucecita…

Observo los alrededores de los jardines. Escuchadme, hermanos ¡Es un templo!.. ¡Estoy otra vez en el Templo! Vuelvo a caminar nuevamente y miro la entrada. La puerta es de madera y tiene algunos adornos metálicos, como si fuera de bronce o cobre. La puerta tiene no menos de cuatro metros de altura, por dos de ancho. Siento frío, pero no es cortante. Oigo una voz que me dice antes de entrar: “Observa a la derecha” en uno de los vitrales ¿Qué ves? Yo contesto: Solamente veo, en una piedra exquisitamente cortada, símbolos ¡No entiendo ninguno de ellos ¡ Alrededor de esta piedra hay una pequeña fuente de agua. Un chorro de agua fresca, limpia, cae encima de ella y veo los símbolos, pero no entiendo ninguno.

 Vuelvo a escuchar la voz que me dice…”Allí está el nombre del templo. Si es tu deseo saberlo lo sabrás”. ¡Yo si quiero saberlo! –Repito- me sitúo en frente: es raro, el agua dejó de manar del pequeño grifo que había. Dejó de manar el agua y veo más claramente ahora…Hago un esfuerzo de concentración y me llevo las manos a la cabeza. ¡Me duele! Pero veo: Lan-Dak. Esa es la palabra. La estoy viendo claramente y abro los ojos y sigo viendo la piedra nuevamente con los mismos símbolos. ¡Lan-Dak!…¡Lan-Dak! Debo recordarlo: el Templo de Lan-Dak.

 Se abre la puerta pesadamente y me dicen: “Entra, ¡Adelante!” y oigo la  voz que me dice. “Repite todo lo que oigas”.

 Empiezo a caminar y vuelvo a ver las paredes, los muros, las piedras grabadas y los dibujos en colores. Casi todos tienen color ocre, que da la sensación de movimiento por donde voy pasando: es el efecto de la luz y del color.

 Vuelvo a escuchar la voz…”Desde el cielo se dan las vestiduras a los intrépidos y  a los que persisten y se visten de amor, porque todo aquel que afile y afile su espada, rápidamente perderá la hoja  la posibilidad de cortar… mientras más la afile, menos durará el corte.

 Vuelvo a caminar y nuevamente vuelvo a ver los escalones amplios y altos… vuelvo a observar los pilares, las columnas, los pebeteros encendidos; percibo otra vez el olor de incienso y de mirra y llegan hasta mis oídos balbuceos de voces que hablan, que discuten. También oigo varias voces…” Recuerda este nombre, para que tú mismo puedas investigar, para que avives la Voz Interior. Para que puedas desarrollar tu lucidez mental. Escucha el nombre: RAM-RI-DAM es El Nombre… RAM-RI-DAM es el nombre. Ese gran nombre lo recordarán. Deberás investigar todo lo que puedas relativo a su vida y a sus actos, porque la procedencia de este gran hombre: El  Gran Maestro y el templo que estáis viendo, se inició aquí. Templo de toda sabiduría. Templo en donde la Verdad Eterna alumbra y quema a todos los hombres que la buscan. Porque ya no sois corderos; porque ya se visten de nuevas prendas y se está acumulando para vosotros la energía viviente que mueve los mundos, que engendra hombres. Que engendra mentes y conciencias. Porque el que cabalga en la doctrina del amor y enciende para si la lámpara y lee y escudriña y aprende, todo lo demás se le dará por añadidura. Porque el conocimiento y el saber y la llama suprema que se enciende, no se apaga jamás. Allí está el alimento del hombre, y allí está el Innominado. Allí está el hálito de la vida. Allí está el camino de los caminos. Allí el marca la historia de la historia. Y allí se encuentra en Él todo el amor y la sabiduría del Universo. A Él se le ha dado potestad y todas las cosas están sujetas al Innominado, porque El aprendió aquí, y aquí vio la Luz del Padre; y desde aquí salió la luz del mundo. De aquí salió la verdad, y de aquí salió la nueva y sana doctrina. Nosotros velamos porque el amparo de la Luz Eterna, todos los ojos pueda brillar con luz propia”.

 “No estrujéis contra  vuestro pecho más de lo necesario a vuestra vida. Porque aquel que le tenga  mucho amor a ella; la perderá. El que se desprenda de ella por las verdades del mundo, aún por su amigo; la encontrará. Es un juego de palabras, y el que encuentre y comprenda mis parábolas, encuentra la luz de la vida. Porque el que ame mucho lo que tiene, lo perderá. Y el que ame en gran manera al mundo y lo que en él está; encontrará su vida para no perderla jamás”.

 “Así pues los primeros destellos que llegan a vuestra mente, son parte preciosa que os ayudarán a conformar el Libro de Vuestra Vida, y poco a poco, Yo os permitiré que vayáis ascendiendo y viendo para que no perdáis la Luz que incipiente se os da. Y yo permitiré que caminéis por todo El Templo; porque escrito está, que el conocimiento saldrá de aquí y de aquí saldrá mi voz y a personas como tú hermano, que se forjan en el fuego y el viento, entre el agua y con el sabor a tierra; para que encuentren en los elementos el espíritu y la conformación necesaria para formarlo…No desesperéis ¡La paciencia hace el milagro!”.

 “Puedes volver a ver nuevamente hacia acá: Mira camina un poco más y mira nuevamente. Porque la Voz que escuchas te hablará nuevamente y extenderá sus manos; porque Yo Soy el que da Vida y también soy el que la prepara; y en mis manos está el dar vida eterna. De mí nunca  se dirá, ni se hablará que he traído muerte a este mundo. Y limpia tengo mis manos porque mi Padre es mi testigo. No traigo la muerte  a nadie. La muerte solo la encuentra el que la busca. Porque Yo soy vida y vida es mi nombre. Y mi vida la entregué para tomarla y para que todo el que en Mi crea, no se pierda más y tenga vida Eterna. Yo os doy parte de mi Aliento; y llegado el día rasgaré  las vestiduras ante mi Padre para dar testimonio ante los hombres de que traigo vida y vida es mi nombre. He dado amor, y Amor es mi Nombre. He dado Conocimiento, porque Saber es Mi Nombre. He hablado  Verdad, porque Yo Soy la Verdad, y en mí se encierran todas las cosas y potestad es mi Nombre; y he sido con ustedes en el principio, y estaré con vosotros hasta el final. Y si alguno de vosotros me entiende y comprende mis palabras y se acerca a Mí, Yo le daré mi mano fuerte y le cobijaré con mi manto y le daré a probar el Amor Eterno que baja desde los cielos para que sea un Hombre Nuevo, para que se adoctrine conmigo y Yo con él, para que el hijo del Hombre no se pierda y él y Yo seamos UNO, para que él y Yo seamos en Mi Padre y mi Padre sea siempre conmigo y todos vosotros CON EL. Y Yo os hablo siempre de Vida; y si entregáis conmigo este conocimiento ya sois llamados Hijos de Dios”.

 “Ya podéis mirarme. Podéis ver que Yo os doy vida Eterna. Y si tú me sigues, jamás padecerás de sed y de hambre, porque Yo Soy el buen pastor y os recojo con mis manos y os doy mi vida por vosotros. Tomad pues mis vestiduras y seguidme. No dejéis abrojos en mi camino. Puedes irte… Ya puedes irte. Regresa y lleva a todos los Míos mi Bendición Eterna, para que no se pierda ninguno  de ellos. Diles que Yo soy por ellos, para que ellos estén en mí y a su debido tiempo Yo les recogeré y les pondré entre los Míos… la paz sea siempre entre vosotros. Y Yo Soy por vosotros, y estoy por vosotros.

 Que así Sea Paz… Paz… Paz.

Indiscutiblemente los dos desplazamientos dimensionales de tiempo y espacio, entregan para el que lo comprende, la ruta o plan de vuelo, en ese mismo espacio tiempo, utilizando nuestro presente y consciencia. No me atrevo a dar alguna interpretación de sus símbolos pues en el pasado conocí a quienes lo hacían, y para aquellos más sensatos, sólo llegaban a exponer su ridiculez y ganas de figurar hasta como el personaje que guía en el templo, como no lo muestra la lógica de la lógica “se visten de lo que les hace falta”. Sólo me atrevo a decir que el viaje es en el espíritu con el constante accionar dentro de la Leyes Eternas. Para comprender principalmente debemos utilizar el conocimiento que nos entrega “los siete días de creación y la lógica de la lógica” (ya publicados en ésta página). Además de su propia grandeza cognitiva como semilla de la creación.

CONTINUARÁ…